Galeria El Túnel

Fundada en 1971 como un proyecto de la Universidad Rafael Landívar orientado a que los estudiantes de Humanidades tuvieran un conocimiento directo y vivencial con el arte y los artistas de Guatemala, la Galería El Túnel fue confiada desde sus inicios a la artista Ingrid Klussmann, su más entusiasta y activa promotora y estudiante avanzada de Psicología en aquellos años. El proyecto pronto cobró vida propia y en 1973 El Túnel se desligó de la Universidad y se trasladó a un local propio en la 16 calle entre 5ª y 6ª avenidas del centro histórico. No perdió, sin embargo, su originaria orientación pedagógica y formativa; al contrario, la convirtió en el núcleo de la misión asumió como su razón de ser y que debía cumplir ya no en la comunidad universitaria sino en la sociedad guatemalteca en su conjunto.

Considerado desde la perspectiva de esa misión formativa, el papel protagónico que ha jugado El Túnel en el desarrollo del arte guatemalteco durante los últimos 40 años no se limita a las más de mil exposiciones de artistas nacionales y extranjeros que se han sucedido desde su fundación. Quizás son más significativas las oportunidades que abrió y sigue abriendo a las nuevas generaciones de creadores que han iniciado allí sus carreras profesionales y cuyo éxito se explica por la existencia de un público sensible que puede valorar su talento, público que El Túnel convoca y que ha contribuido a formar. Y es precisamente desde la formación de ese público que no ha dejado de crecer y cultivarse que debe contarse la historia de esta galería, que es pionera en la construcción del mercado de arte como fuente y receptor del prestigioso trabajo de los artistas y como estímulo para el desarrollo del arte nacional.

En 2001 Ingrid Klussmann cedió la dirección de El Túnel a su hijo Pedro Solís y trasladó su sede a la Plaza Obelisco en la Zona 10. El siglo XXI es otra época, otra sensibilidad, otra manera de ver el arte. De manera que el relevo generacional dentro de la galería no se limita a la forma y a los métodos de administración sino que significa la actualización de la sintonía con la sensibilidad y las necesidades espirituales del nuevo público, con el cual El Túnel renueva su misión y su compromiso formativo.